352- San Cristóbal resiste en hilo y lana (en el día del Nunca Más) Caticrónica

 El Día de la Mujer, una parte de los argentinos asistió asombrada a la destrucción del Salón

de la Mujer en la Casa de Gobierno. Una provocación llena de odio y misoginia. Me parece

que hay gente en el gobierno que debe haber sido criada por un repollo o una achicoria, si

no, no me explico la actitud.


Para mí fue un momento muy triste porque había visitado ese salón varias veces y era un orgullo contemplar los rostros de Juana Azurduy, nombrada generala por Manuel Belgrano, que combatiera en el Alto Perú. María Remedios del Valle, una de las Niñas de Ayohuma que asistió a las tropas de Belgrano en la batalla del mismo nombre Declarada "Madre de la Patria", de origen afroamericano, antes había luchado también en en las invasiones inglesas, Mariquita Sánchez de Thompson, en cuya casa se tocó el Himno Nacional por primera vez en 1811.


También nuestra primera médica, Cecilia Grierson y Lola Mora, la escultora tucumana, creadora de las estatuas que flanquean la entrada principal del Congreso así como de la Fuente de las Nereidas.

Convivían con las anteriores varias mujeres de la política pertenecientes a diferentes partidos: Alicia Moreau de Justo, Eva Perón y Florentina Gómez Miranda.

Y Victoria Ocampo, más a la rancia derecha antiperonista imposible con la poeta Alfonsina Storni y la escritora y cantautora María Elena Walsh.

A ellas se sumaban mujeres del  espectáculo, como la cantante Mercedes Sosa, la actriz y cantante Tita Merello, la presentadora Blackie (seudónimo de Paloma Efron) y la cantante mapuche Aimé Painé.

Finalmente luchadoras más cercanas en el tiempo, como las Madres de Plaza de Mayo, la activista trans Diana Sacayán (asesinada en 2015) y Claudia Pía Baudrucco, que luchó por la identidad de género. 

De un plumazo fueron quitadas del salón en una muestra más de odio y, en algunos casos, como los últimos de transfobia y prejuicio que en esta época ya resultan anacrónicos.´´

Estas mujeres argentinas fueron reemplazadas por un Salón de próceres absolutamente cuestionable en el que Menem ocupa un lugar que, a no dudar no le corresponde mientras se ignora a Raúl Alfonsín, por ejemplo.

Pero no imaginaron los dueños de tanta misoginia antipopulista que están terminando de vender lo poco que nos queda y nos matan de hambre y de miseria que en el barrio porteño de San Cristóbal, alguien dedicado a atender su hermosa mercería convirtiera su vidriera en un hermoso Salón de la Mujer rodeado de hilos y agujas y con el agregado de una máquina de coser, como las que Eva y su fundación ayudaba a las mujeres en otros tiempos.

Escribo esto hoy, 24 de marzo de 2024, Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. 

Sepan los que gobiernan que somos muchos los que no los votamos y muchos más que poco a poco se irán dando cuenta del error que cometieron.

Mientras tanto nos rebelaremos en punto Santa Clara, agujas y puntillas.

Cati Cobas


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